CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL CORAZÓN INMACULADO DE MARIA

"... Su Madre guardaba todas estas cosas en su corazón..." (Lc 2,19)

"Jesús...dijo a la madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dijo al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde ese momento el discípulo la recibió en su casa" (Jn 19, 26-27)

 

LA CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE LA MADRE

La consagración a Maria y en particular, a Su Corazón, fue siempre fuente inagotable de vida interior para las almas de los creyentes. La consagración es análoga a la vida religiosa, que como el Concilio Vaticano II afirma: "tiene sus raíces más profundas en la consagración bautismal, de la cual es una expresión muy perfecta" (PC5) Los últimos Pontífices han hablado en términos positivos de la consagración mariana. Juan Pablo IIº se ha expresado así: "¿Cómo podremos vivir nuestro bautismo sin contemplar a Maria, la bendita entre las mujeres, tan receptora del don de Dios? Cristo nos la dio por madre. La dio por madre a la Iglesia... Todo católico se consagra a Ella para mejor consagrarse al Señor" (Juan Pablo IIº, Angelus en Le Bourget, 01-06-1988).
El mismo Papa, además, pone en relación el misterio de la Redención con "el Corazón de la Virgen de Nazareth cuando pronunció su fiat. Desde aquel momento este Corazón virginal y al mismo tiempo materno, bajo la particular acción del Espíritu Santo, sigue siempre la obra de Su Hijo y va hacia todos aquellos que Cristo abrazó y abraza continuamente en su inacabable amor. Y por esto este Corazón tiene que ser maternalmente inacabable. La característica de este amor materno, que la madre de Dios introduce en el misterio de la Redención y de la vida de la Iglesia, encuentra su expresión en su singular aproximación al hombre y a todas sus vicisitudes. En esto consiste el misterio de la madre". (Redemptor Hominis - 1979)

LA FAMILIA CRISTIANA

La familia cristiana vivida en una concreta experiencia de fe y de caridad, por la gracia de los Sacramentos, se pone como signo y reflejo del Amor Trinitario y como actuación original e imagen de la Iglesia, tanto que merece el nombre de "iglesia doméstica" (cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11).
Participa en la vida y en la misión de la Iglesia, recibiendo y transmitiendo el amor de Cristo. La familia cristiana ofrece a Dios el culto espiritual con la oración común y el ofrecimiento del mismo estar juntos, en el cansancio y en el reposo, en el sufrimiento y en la alegría, celebrando la Eucaristía en el día del Señor, procediendo juntos en el camino de la fe (cf . CEI, La verdad los hará libres, 1071-72)

LA CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA

Consideradas estas premisas, la consagración de la familia al Corazón Inmaculado de la Madre de Dios se propone como válida ayuda a cuantos quieran vivir mejor como seguidores de Jesucristo. Imitando las virtudes de Maria, discípula perfecta de Cristo, la familia consagrada podrá testimoniar el Amor de Dios en la Iglesia y en el mundo.
El compromiso de la familia que quiere vivir bajo la guía particular del Corazón de Maria se puede articular en tres puntos fundamentales: penitencia, oración, reparación.

Una atención particular merece el Rosario: la familia debe encontrar el momento más adecuado para orar juntos en los días hábiles, uniéndose a Maria para alabar e invocar a Jesús, reviviendo con Ella los misterios salvíficos de Su Hijo, y meditándolos, como Ella, en sus corazones.
La familia no debe omitir la justa atención en la lectura y meditación de la Palabra de Dios.

En este sentido cada miembro de la familia puede "reparar" los pecados de sus propios hermanos, dirigidos al corazón de Dios y al corazón de Maria, ofreciendo, en unión al sacrificio eucarístico, el bien que se ha hecho, las oraciones, los dolores, por la conversión de los pecadores.
La Eucaristía tiene una propia centralidad en esta acción "reparadora", y la familia, en virtud de esta orientación espiritual hacia el corazón de Maria, puede subrayar esta acción con la pía práctica de los primeros sábados del mes.

Las tres intenciones principales, para tener siempre presentes en este compromiso de vida, son:

EL ACTO DE CONSAGRACIÓN

CONDICIONES GENERALES Y PREPARACIÓN

Ya que la consagración concierne a la familia, es lógico que esta esté constituida por lo menos por dos personas.
Considerando el compromiso que esta consagración comporta, sería bueno que por lo menos dos miembros de una familia se dividan los contenidos, de modo tal que sean testimonio para los otros miembros, y los obliguen indirectamente, a compartir esta experiencia.
En la vida de cada familia puede haber momentos de incomprensión, de extravío, de cerrarse, de no compartir ni siquiera esta experiencia de vida espiritual. Precisamente por esto no se debe transformar en un motivo de ulterior arrepentimiento, sino que cada uno respete la libertad del otro, ofreciendo solidaridad y comprensión.
Deben prepararse espiritualmente un mes antes de la consagración, y recitando el Rosario y cumpliendo obras buenas, se apliquen las siguientes intenciones:

Primeros diez días: tomar conciencia de los propios defectos y limitaciones, y tener la voluntad de mejorar con la gracia de Dios.

De los días 11 al 20: poder imitar siempre más las virtudes de Maria, contenidas en su Corazón Inmaculado.

Últimos diez días: poder quedar siempre más unidos a Jesús por medio de María.

Los miembros de la familia consagrada deben hacerse guiar espiritualmente por un sacerdote, con un encuentro mensual, por lo menos.

CONSEJOS PRÁCTICOS

Para que el Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de Maria una cierta solemnidad, damos como sugerencia los siguientes pasos:

 

 

ACTO DE CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA
AL CORAZÓN INMACULADO DE MARIA,
REINA DE LA PAZ


Querida y tierna Madre nuestra Maria, henos aquí reunidos en torno a Ti
para confiarte y consagrarte esta familia, que quiere pertenecerte
totalmente, y estar en humilde y generoso servicio para hacerte conocer y amar.
Todos nosotros nos confiamos a Tu Corazón Inmaculado, Te confiamos todo
lo que somos, todo lo que tenemos, nuestras debilidades,
nuestras aspiraciones, nuestra vida.
Todo aquello que es nuestro, Oh Maria, lo confiamos
a Tu dulcísimo Corazón para que Tu puedas transformarlo y hacerlo más
aceptable y más digno del Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo.
Custodia nuestra mente, nuestro corazón, nuestros sentidos, para que no
cometamos nunca pecado; santifica nuestros pensamientos, afectos, palabras y acciones,
para que podamos ser agradables a Ti y a Tu Hijo Jesús.
Custódianos, protégenos y acompaña a esta familia, pequeña iglesia doméstica
que a Ti se consagra, transfórmala en un verdadero oasis de Paz para que a través
del testimonio, sea un signo viviente de la presencia del Reino de Jesús
y de su Paz, que Él mismo ha querido confiar al triunfo
de Tu Corazón Inmaculado.
Amen.

Si tal vez no fuera posible consagrarse como familia, siempre es posible la consagración personal tomando en consideración lo que se ha escrito más arriba, y recitando la siguiente oración:

Querida y tiernísima Madre Nuestra Maria,
yo me consagro totalmente a Tu Corazón Inmaculado
para mejor consagrarme a Nuestro Señor Jesucristo, y cooperar en la
edificación de Su Reino de Paz, confiado al triunfo de Tu Corazón

Amen.

Movimiento Siervos de Nuestra Señora de Belpasso

 

En casi todos los mensajes dados en Belpasso, Maria Santísima nos presenta Su Corazón Inmaculado como refugio de salvación:

 

18 de junio de 1986

Mi Corazón está muy dolorido, y para hacer conocer el Corazón Inmaculado de la Reina de la Paz, me serviré de ti.............

Confíen en Mi Corazón Inmaculado, no los abandonará nunca

23 de noviembre de 1986

Sus familias deben ser pequeños oasis de paz, deben ser un pequeño signo de la llegada del Reino de Jesucristo. Pero el Reino de Jesús vendrá por intermedio mío; Mi Corazón debe triunfar y luego será el último y gran triunfo del Corazón de Jesús. Por esto, hijos míos, los verdaderos, deben entrar en el refugio seguro de Mi Corazón. ...deseo que no sólo se convierta Rusia y se consagre a Mi Corazón Inmaculado, cosa que sucederá pronto, sino que también se conviertan los Estados Unidos de América.

8 de diciembre de 1986

Abandónense al Sagrado Corazón de Jesús y a Mi Corazón Inmaculado: consagren sus familias a Nuestros Corazones, llevarán paz a sus almas.

1º de enero de 1987

Deseo que entren en Mi Corazón con mucha humildad y mucho amor...

Les pido siempre fidelidad a Mi Corazón y pido la conversión del mundo, que se consagren sobre todo al Sacratísimo Corazón de Mi Hijo y también al Mío: sólo Nuestro amor les dará paz....

Daré paz a la humanidad sólo cuando suceda el triunfo de Mi Corazón, y también el de Mi Hijo....

1º de febrero de 1987

Se refleja la luz de Mi Corazón en sus corazones...

Muchos piden gracias, pero hasta que no se sepan abrirse a Mí, a Mi Corazón, a Dios, no podré concederselas...

... todo esto sucederá cuando suceda el triunfo de Mi Corazón.

1º de abril de 1987

Deseo todavía que se consagren y confíen en Mi Corazón.

1º de mayo de 1987

Deseo... que se conozca el culto del Corazón Inmaculado de Maria, Reina de la Paz.

1º de junio de 1987

Abandónense totalmente a Mí, a Mi Corazón: Yo soy la morada del Espíritu Santo.

1º de julio de 1987

Hagan penitencia y ofrezcan reparaciones al Corazón Sagrado de Jesús, y a Mi Corazón Inmaculado.

1º de septiembre de 1987

...cada una de sus tribulaciones se desvanecerían si se habrían abandonado a Mi Corazón Inmaculado.

1º de octubre de 1987

Mi Corazón Inmaculado será el refugio de Uds.

1º de noviembre de 1987

El Señor desea que no se abandone la devoción a Mi Corazón Inmaculado. A quien siga practicando este culto, Yo prometo la salvación, y estas almas serán amadas por Dios como flores puestas por Mí, para adornar Su trono.

1º de diciembre de 1987

...abandónense totalmente a Él, y a Mi Corazón Inmaculado.

8 de diciembre de 1987

Sería para Mí una cosa grata si cada una de sus familias se consagrara a Mi Corazón Inmaculado. Comprométanse a reparar los ultrajes y las indiferencias ocasionadas a Mi Corazón. Desde este momento les confío el deber de ser defensores y reparadores de Mi Corazón. Bendigo a cada uno de Uds. y a sus familias en particular, les prometo que si aceptan el deber que les he confiado, tendrán la gracia de la conversión. ORACIÓN... REPARACIÓN...PENITENCIA.

1º de marzo de 1988

... pasen a través de Mi Corazón. Los llevará a Jesús, y encontrarán la verdadera paz.

1º de mayo de 1988

...Mi Corazón Inmaculado será siempre contigo, y como la paz del mundo fue confiada a este Corazón, cuando triunfe, será honrada la Reina de la Paz.

...habrá sacerdotes santos cuando haya familias santas en grado de valorar altamente la dignidad sacerdotal. Cuando en las familias se viva el Evangelio, se convertirán en realidad estas bellísimas palabras que Cristo les ha enseñado: ..."Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo"; la Voluntad Divina, no la de Uds...Mi esperanza es formar familias para que sean leales a Cristo, y ejerciten un apostolado laical fecundo, con la palabra y con el ejemplo de una vida santa que arrastre a los hijos y revigorice a la Iglesia.
Si hubieran muchas casas de oración e iglesias domésticas en las cuales el Señor fuera reconocido y amado, todo cambiaría.
Es más fácil derrotar al mal en las familias, que colectivamente; es más eficaz y se imprime más en el alma de los fieles la palabra de una madre santa que toda la erudición de los sabios.
Si la pareja vive de fe, los esposos enseñarán a los hijos a vivir según tal fe. Si la pareja reza unida, los hijos aprenderán a rezar, y sabrán dirigirse a Dios en la oración, y en los momentos de mayor dificultad, se acordarán del Señor.
Si hay familias verdaderamente cristianas que consideran a Jesucristo como modelo y guía del alma, los descendientes de sus entrañas crecerán en la fe como sarmientos unidos a la vid.

(párrafos tomados de MARIA, TRONO DE LA SABIDURÍA - Ed. Ancora - Milano)

 

CONSAGRAOS A MÍ, YO OS AMO

"... Yo intento llevar las almas de aquellos que componen la familia, a vivir siempre en la Gracia de Dios. Donde Yo entro, sale el pecado; donde Yo habito, está siempre la Gracia y la Luz Divina; donde tengo mi morada, Conmigo habitan la pureza y la santidad.
He aquí por qué mi primer deber materno es aquel de hacer vivir en Gracia a los componentes de una familia y de hacerlos crecer en la vida de santidad, a través el ejercicio de todas las virtudes cristianas. Y ya que el Sacramento del Matrimonio les da una Gracia particular para hacerlos crecer juntos, Mi deber es cimentar profundamente la unidad de una familia, de llevar a los esposos a una siempre más profunda y espiritual comunión, de perfeccionar su amor humano llevándolo dentro del Corazón de Jesús, para que pueda asumir la forma nueva de una mayor perfección, que se expresa en pura y sobrenatural Caridad.
Yo refuerzo cada vez más la unión en las familias, las llevo a una mayor y recíproca comprensión, hago sentir las nuevas exigencias de una más delicada y profunda comunión. Conduzco a sus componentes por el camino de la santidad y de la alegría, que debe ser construido y recorrido juntos, para que puedan alcanzar la perfección del amor, y gozar así del don precioso de la paz.
Yo formo así las almas de Mis hijos y a través de la vida de la familia, las conduzco al vértice de la santidad. Quiero entrar en las familias para hacerlas santas, para llevarlas a la perfección del amor, para permanecer en ellas, para hacer más fecunda y fuerte la unidad familiar.
El bien más precioso de una familia son los hijos. Los hijos son el signo de una particular predilección de Jesús y Mía. Los hijos deben ser deseados, acogidos, educados como las gemas más preciosas de una propiedad familiar.
Cuando entro un una familia, en seguida Me tomo cuidado de sus hijos, ellos se convierten también en Míos. Los tomo de la mano, los conduzco a recorrer el camino de la actuación de un designio de Dios, que sobre cada uno está claramente delineado desde la eternidad. LOS AMO, NO LOS ABANDONO NUNCA, se convierten en una parte preciosa de Mi propiedad materna.
Yo no les dejo nunca faltar la Divina Providencia.
Tomo sus manos y las abro al designio que el Señor realiza cada día, por medio de la colaboración humana de Uds. Como Mi humilde, fiel y cotidiana acción materna en la pequeña y pobre casa de Nazareth, hacía posible el cumplimiento de los designios del Padre, que se realizaban en el crecimiento humano del Hijo, llamado a cumplir la obra de la Redención por la salvación de Uds., así Yo también los llamo a Uds. a secundar el designio del Padre, que se realiza con sus humanas colaboraciones y por medio de sus trabajos cotidianos..."

Párrafos extraídos de "Conságrense a Mí, Yo los amo", Ed. Associazione Cattolica Gesù e Maria.

 

 ¿DÓNDE COMIENZA EL AMOR?

¿Dónde comienza el amor? En el seno de nuestras mismas familias.
¿Y cómo comienza? Rezando juntos.
La familia que reza unida, permanece unida.
Y si permanecen juntos, se amarán mutuamente, así como Jesús
ama a cada uno de los componentes de la familia.
Para poder amar es necesario tener un corazón puro.
Tenemos un corazón puro si rezamos.
La oración es un contacto y una relación con Dios.
Escuchamos a Dios en nuestros corazones
y luego hablamos con Él desde nuestros corazones.
Sentir y hablar desde el corazón: esto es la oración.
¿Pero dónde nacen este amor y esta oración?
Nacen en la familia.
La familia que reza unida, permanece unida.
Y si los miembros de la familia permanecen unidos,
se amarán recíprocamente, como Dios los ama individualmente.

(MADRE TERESA DE CALCUTA)

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